Ezequiel 46
📖 El pensamiento continua hablando sobre las ofrendas diarias y los días festivos de adoración en el Templo. Se dice al príncipe que puede ofrecer ciertos sacrificios. También se dan ordenes por dónde entrar y hacia dónde salir por las puertas del Templo.
Un comentaristas dijo: «El lenguaje de este pasaje habla de forma clara y concreta de descendientes, siervos y propiedades, por lo que es difícil defender que este pasaje tenga un significado espiritual o alegórico.» Hace uno días, sobre temas similares, adjunté la cita de otro autor que decía exactamente lo opuesto. Esto demuestra lo complicado de interpretar el libro.
👑 Yahvé deja en claro cómo deben ordenarse los sacerdotes, el príncipe y los congregados cuando vengan a adorarlo en el nuevo Templo.
🪨 Toda sombra de adoración se cumplió en Jesús, la Sustancia.
🎺 Un articulo en la Biblia de estudio RVR logra sacar una útil reflexión para nosotros desde un pasaje tan complejo como éste:
«Para muchas personas, la palabra santo trae a la mente lugares especiales como catedrales y templos. Sería muy fácil limitar nuestro concepto de la santidad a estos ejemplos concretos, sobre todo cuando vemos tantos casos así en el Antiguo Testamento. Ciertos monumentos, el tabernáculo, el templo e incluso ciertos montes, junto con algunos de los líderes, los sacerdotes y los profetas se calificaban como «santos», consagrados o apartados para el Señor.
Este patrón se mantuvo en la visión de Ezequiel sobre el nuevo templo, cuyo acceso debía ser muy limitado (44.1–19). Asimismo, debía establecerse un «distrito santo» en la tierra restaurada (45.1–5). Por tanto, la santidad estaba vinculada a ciertos lugares, pero no deberíamos olvidar que el llamado a una vida santa no se limita a un sitio u otro. Toda la vida debe ser santa, sin importar dónde se esté. Ezequiel señala unas dimensiones muy prácticas e incluso mundanas de la santidad:
• Dejar de utilizar la violencia y la opresión (45.9).
• Dejar de desahuciar a las personas (45.9).
• Restaurar los tratos honestos en los negocios, mediante modelos y valores llenos de integridad (45.10–12).
• Donar a Dios un porcentaje de las ganancias, se sea príncipe o ciudadano común (45.13–17).
• Realizar durante toda la vida fiestas y celebraciones mensuales que incluyan a todos (45.18–25).
• Restaurar la semana de 6 días y observar el día de reposo, con el príncipe proveyendo sustancialmente para su observancia (46.1–15).
• Seguir cuidadosas pautas en asuntos de herencias y límites, manteniendo un trato justo hacia los extraños y extranjeros (46.16–18; 47.13–23).
• Proveer una zona para el pueblo común, con el fin de construir casas y espacios comunitarios (48.15–20).
• Poner el nombre a cada uno de los centros del comercio, las salidas o puertas de la ciudad, de una de las partes (tribus) de la ciudadanía (48.30–35).
• Llamar a la ciudad misma «EL SEÑOR ESTÁ ALLÍ», reflejando una visión global de la santidad: todo lo que hay allí pertenece al Señor (48.35).
La totalidad de la vida debe ser santa. Se puede mostrar mayor reverencia en ciertos entornos y ocasiones, pero nadie es más o menos santo por entrar o salir de un lugar determinado. Cristo ya nos ha invitado al lugar más santo que existe, para que vivamos como su pueblo consagrado en cada cosa que hagamos (He 9.11–15; 10.19–25).»
🧠 ¿Cómo podemos aprender vivir bajo un plano espiritual?